En visitas realizadas recientemente a lo largo del tramo inferior del río Gállego, técnicos y voluntarios de la asociación han podido comprobar cómo la vegetación de ribera caracteristica está siendo sustituida en algunos lugares por comunidades vegetales propias del monte mediterraneo e incluso de la estepa. Tomillos, aliagas, romeros y pinos carrascos van colonizando poco a poco, de forma espontánea, las zonas de ribera más degradadas y soleadas. Este proceso de sucesión ecológica es favorecido por el progresivo encajamiento del rio y descenso de la capa freática, debido a las extracciones de gravas realizadas en zonas cercanas al cauce, y al reducido caudal circulante tras el desvío de la mayor parte para el riego de cultivos.
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